
El olivar Planeta se extiende en 98 hectáreas en el distrito de Capparrina, un oasis natural de gran belleza que va en pendiente hacia el mar. La decisión de Planeta de dedicar esta tierra a los olivos no fue fortuita. Fue una selección tanto ética como estética hecha con el fin de salvaguardar el paisaje y su naturaleza, para obtener el máximo de la tierra y para crear empleos.